Leo en el periódico digital A tiempo de Peñaranda y su comarca que un médico lleva tiempo haciendo operaciones de cirugía mayor ambulatoria, aprovechando los días en que está de guardia para dicho trabajo.
Los pacientes están muy conformes pues según ellos les evita un viaje a Salamanca, y además muy contentos con los resultados que obtienen. Lo ha estado haciendo prácticamente sin medio alguno hasta que hace algún tiempo ha sido dotado con un bisturí eléctrico y una camilla hidráulica en la zona de las urgencias, donde se llevan a cabo las intervenciones.
Bueno, pues como que así de fácil, y de contentos todos, los pacientes porque no se desplazan y en el hospital porque les están quitando presión, cosa que supongo dicen los cirujanos del hospital.
Ahora bien, visto desde Ciudad Rodrigo, el asunto tiene algo de afrenta, pues mira por donde en nuestra Comarca somos más del doble de habitantes que la de Peñaranda y el triple de pueblos, desde los que es mucho más difícil para las personas que están sin hijos en el pueblo, sin líneas de transporte público, y ya muchos sin edad de conducir el acceso a Salamanca. Y en base a todo esto en su día se creó un Centro de Especialidades con quirófanos precisamente para eso, para evitar al paciente su dificultoso viaje y paliar la presión del hospital, pero a lo cual los cirujanos poniendo como disculpa que en Salamanca había más seguridad han ido dejando de utilizarlos, me da que para comodidad e interés de estos especialistas, con el consentimiento de la gerencia de sanidad de la Junta de Castilla y León, a la que poco va teniendo que agradecerle la medicina pública.
Que nadie crea que me molesta la solución encontrada en Peñaranda, donde un médico, a la antigua, identificado con las gentes de su comarca les está sacando las castañas del fuego. Allí siempre vivió mi abuelo, el señor Teodoro “El albarquero” de la calle Bodegones, donde se crió mi padre y donde yo de niño jugaba en su plaza, por tanto es una ciudad donde tengo raíces y a la que quiero. Pero esto no evita la pregunta de por qué lo que es bueno para Peñaranda es malo para Ciudad Rodrigo, dado el abandono casi total de operaciones a pesar de que el Centro de Especialidades fuera dotado de todas las medidas para ello.
¿Hasta dónde quieren llegar con la afrenta y el abandono de nuestra comarca los especialistas aferrados al clínico que con tan buenos ojos ven lo de Peñaranda?
