AMANECE QUE NO ES POCO, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez
Cuando escribo estas líneas ya ha pasado casi todo. Ya fue el encendido de luces. Ya los fuegos artificiales. Ya los tres días festivos seguidos. Y ya están de vuelta todos los que nos faltan el resto del año, y nos visitan ahora. Y ya también, los turistas que han decidido que Ciudad Rodrigo era un buen lugar para pasar estos días festivos.
Ahora, al atardecer, en este lunes, queda el silencio de la tarde, y el estar ya fuera de los entretenidos días que se han ido, esperando el amanecer de un lunes falso.
Estamos pues, entre ese haber estado ajenos a las historias y quehaceres mundanos, y el empezar a vislumbrarlos, para comenzar las rutinas diarias. Que si estas de por sí ya tienen su aquel, si le añadimos los aconteceres diarios con los que el mundo nos rodea, pues ya como que es para echar a andar hacia atrás, a las distraídas cositas de estos tres días festivos.
Ahora me ronda en la cabeza, lo que le está rondando al mundo, que es un estar en él sin reglas, en un desorden en el que solo queda en pie un orden, el que arbitrariamente imponga el más poderoso de la parcela donde vives, según pertenezcas a la influencia americana, rusa o china. O incluso a la vez por las tres. Mientras, para irnos aclimatando al escenario bélico, compramos armas y dejamos escuálidos los servicios sociales, sanitarios, educativos , de vivienda y ecológicos.
No me digan que no hay motivos para no querer asomar a mañana, y quedar suspendidos en esta tarde noche, en medio de la nada de este lunes que avanza hacia la realidad del mundo sin que nadie sepamos ni podamos mejorarla.
Bueno, al menos cuando estos temores escritos aparezcan ante ustedes, ya no será lunes falso, estaremos ya batallando por la vida, lo cual dado el clima del entorno, es que ha amanecido, que no es poco.
