PENA, TEMOR Y TRISTEZA, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez
Escribir hoy bajo el temor, la pena y la tristeza no me es fácil.
Temor a un mundo en descomposición. Pues qué es si no un mundo que ha dejado que un hombre mentiroso compulsivo, declarado por la justicia como delincuente, y cuya única ideología política es el odio hacia lo público, haya llegado al poder desde trampolines democráticos.
Pena, por todo lo que nos ha sucedido en Valencia, que viene de lejos, con ese construir sin sentido allí donde el agua todo lo puede arruinar, y donde lo ha arruinado, con la pena que no ha estado sola el agua en su destrozo, sino ayudada desde la inoperancia política de los responsables de haberla mitigado.
Y tristeza, mucha tristeza, con mi pequeña Noa en los brazos, viendo como todo se puede derribar, tanto la arquitectura material como la pública social, y golpear aún más fuerte a estos seres que con los ojos abiertos nos miran con ilusión y confianza en nosotros mientras se sienten amparados en nuestros brazos.
Cuando fuera, en el mundo, la amenazante tormenta político social perfecta que nos rodea provoca cada vez más frío y amenaza con traer poderosas trombas físicas y sociales que cada vez arrecian más, lo que me incita más a otra cosa que no a escribir ante la tormenta perfecta que nos rodea.